Siempre he sospechado que la desagradable profesora de ébano de mi hijastro era una puta. Así que no me sorprendió cuando me dijo que quería beber mi semen caliente. Así que la llevé a un salón de clases vacío, le quité las bragas y me follé su cremoso coño. Después de follarle el coño, me corro en su boca.
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