La amiga de mi esposa tuvo un día estresante en la oficina, así que me rogó que le diera un masaje. Mientras le masajeaba, me dejé llevar y le quité los pantalones. Después, le follé su cremoso coño por detrás. Luego se montó en mi polla y la cabalgó como una zorra. Después, la follé a cuatro patas hasta que me corrí en su culo.
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