Sus grandes tetas pueden distraer a todos los hombres. Él está tratando de enseñarle a jugar al billar, pero el único palo y bolas que funcionan eran los suyos dentro de esa jugosa y diminuta vagina. Accidentalmente o no los atrapa y ella no puede dejar de mirar la polla del repartidor. Un trío salvaje y rudo está a punto de comenzar.
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